martes, 13 de diciembre de 2005

Te extrañé...

La busqué y no la encontré, estaba detrás de una puerta escondida, de repente apareció timorata. Después de casi dos años la volvía a ver, y seguía igual, aunque se notaba que había crecido. Se acercó a mi despacito y me dio un gran abrazo, de esos para recordar. Ese momento fue eterno, pero el tiempo realmente se congeló cuando de repente ella me dijo con su dulce voz "te extrañé".
Como no ver el mundo de otro color cuando la Pili, mi amiguita, aquella que me conmueve con sus gestos cada vez, llega a Córdoba con su polvo mágico alrededor.

No hay comentarios.: