jueves, 5 de enero de 2006

Hacete amichi

Tal vez mi batalla más peleada ha sido la amistad entre el hombre y la mujer. Alguna vez pensé que no existía nada aparte de eso, y siempre quise estar a la orden de aquellas mujeres que necesitaran de mi ayuda, sea como fuere. Pero este año entendí que esa es la única cosa que no debo hacer, y que no puedo ser amigo de las mujeres, porque en definitiva ese es un camino de ida.
Entendí que eso que me hace querer su amistad en muchas ocasiones es lo mismo que me hace verlas diferentes, únicas, hermosas y definitivamente inalcanzables. Las personas me conmueven, me encantaría poder tener un millón de amigos, pero quisiera que en alguna de aquellas potenciales amigas, aquella para la cual la amistad todavía no brotó, para quien la amistad hoy es solo una nube pasajera, que no necesite de mi ni yo de ella, aquella con la cual la vida nos encuentre parados esperándonos sin saberlo, pueda distinguirla y evitar la inmensa barrera que propone una amistad.
Mujeres del mundo, sepan que a partir de hoy se acabaron las planillas de solicitud de mi amistad. Espero algún día poder recuperar ese camino, mas hoy voluntariamente y muy a mi pesar elijo el otro.